Es una contradicción, pero a veces llueve tanto que hasta las plantas se secan.
Eso le pasó a la mía. La había metido en un cubo de madera porque pensé que así estaría más bonita y luciría más. Pero el cubo no tenia agujero...
Me descuidé. Dejé que lloviera y lloviera sobre ella... y que el agua quedase estancada.
Y tanta agua no es buena. Se secó.
Pero la Vida corría por ella y un día, sin más, brotó de nuevo.
A veces suele pasar. Dejamos que todo nos caiga encima y se acumule, sin querer que se note desde fuera. Nos descuidamos y cuando nos queremos dar cuenta... estamos secos.
Este invierno me pasó a mí. Y también esta primavera. Me descuidé.
Pero ya es verano y ha dejado de llover.
Y la Vida aún corre por mis venas... :)
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